Los seres humanos, y todo cuanto está vivo en el universo, estamos en un proceso de evolución, como ya lo hemos planteado, en escritos anteriores dentro de este blog, no solo físicamente sino también espiritualmente; se nos ha hecho creer que el “Mundo espiritual es estático” y no es así; todo está en evolución. Y aparte se nos ha mezclado el mundo espiritual, con el mundo Divino y tampoco es así.
En el siguiente esquema explico sus diferencias:
En el centro, en el punto negro, conocido como la cámara de la muerte y el nacimiento, la cámara del conocimiento, la cámara del medio, etc. nacemos y morimos; es la cámara que divide los tres planos, lugar obscuro y silencioso, lleno de una paz extraordinaria.
En el plano material o plano sensible desarrollamos nuestra actual vida con un promedio de entre 80 y 120 años, lugar conocido por todos nosotros y que no solo incluye este planeta, sino todos en los que exista alguna forma de vida; y regresamos al lugar de origen, a la cámara de la muerte y del nacimiento.
El plano espiritual, es el plano de la planeación, del análisis para continuar en esa evolución, es un magnífico lugar de belleza incomparable, donde se puede estudiar, aprender, planear, descansar, ver a los antiguos familiares y amigos; (si es que pasaron); existe registro de todas nuestras vidas y de todos los acontecimientos.
El plano Divino, es el plano rector de los otros dos, es el medio vital, son el meridiano resplandeciente de la obra espiritual, crean la unión de los dos polos de engría e imán: ser y existir, materia y alma; Nada existe sin la yuxtaposición, de estos dos elementos. Hay alma en todo lo que existe. Hay espíritu en toda materia. Nada es inanimado. El alma infantil sujeta a las fuerzas recónditas del cosmos, cuidadas y producidas por Él. No hay sino una fuerza únicamente y maravillosa, infinita, que no podemos sino identificar con el espíritu inmenso de Dios; pero ahí no existe nadie tocando arpas, ni cantando alabanzas, sino trabajando, cuidando que todo sea perfecto y conduciéndolo a buen fin.
Ahora imagine a este esquema envuelto en una esfera y tendrá la más antigua comprensión de Dios, que está implícita en el nombre hebreo de el:
Estas cuatro letras son “intraducibles”; ya que solo el gran Sacerdote del templo conocía su pronunciación; se debe a la traducción latina de Jerónimo, conocida como “Vulgata Latina”, el haber usado vocales de la palabra hebrea señor (Adonai); para forzar la traducción y darnos el nombre de “Yahvé” o “Jehová”; estas cuatro letras representan a Dios y a sus planos. En el siguiente esquema los presento de otra manera para su mejor comprensión y nos hemos atrevido a sustituir, las letras hebreas leyéndolas de derecha a izquierda, por: J, H, V, H; en forma vertical en el dibujo:
Actualmente el Vaticano en un alarde más de estulticia humana y/o de DOLO INFINITO pretende igualar la palabra Adonai, que significa señor con las cuatro letras antes mencionadas e igualarlas a Jesús, lo cual es una verdadera muestra de desconocimiento, de estupidez o de un monstruoso dolo, ya que las cuatro letras hebreas ( ), si tienen un significado intrínseco, lo que no sucede con Adonai, que solo es un vocablo que significa señor; a Dios o a los reyes, príncipes y o personajes importantes se les aplicaba en señal de respeto.
Y cito: “El Sínodo de los Obispos sobre la Palabra de Dios, celebrado en octubre, recordó la carta enviada este verano por la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos a las conferencias episcopales del mundo en la que pide no usar el término "Yahvé" en las liturgias, oraciones y cantos.” (20 de Nov. 2008)(Busque el artículo completo mi estimado lector).
Y en su absurda explicación dan a entender que es lo mismo y que significan lo miso; que pasará en el futuro cuando a más tiempo se olvide más el significado de esas cuatro letras y se mezcle con las ideas de nuevas generaciones y les de lo mismo “Señor” que verdaderamente saber el significado de esas cuatro letras. Pobres católicos, es lo malo de no pensar y no saber, por eso a la Iglesia solo le interesa la credulidad, bueno su “Fe”.
Estimado lector, dude de lo que no comprenda por Usted mismo, piense, examine para que sea un hombre y no sea una máquina que solo acta las mesnadas que se le indiquen.
Juan José García del Arenal